Quien a estas alturas siga dudando del destino, creedme, hay veces en las que uno piensa que las cosas no pasan porque sí. Y así creo que fue el sábado.
Todo empezó hace cosa de un mes cuando en una comida familiar, medio en broma, valoraba con David la opción de irnos un día a Mallorca para descender el Sa Fosca, uno de los cañones más bonitos de Europa. Dicho y hecho. Bajo la coordinación de David lo dejamos todo listo para volar junto con Alfonso y Uri en una expedición exprés de ida y vuelta el sábado 25 de marzo.
Hasta aquí todo bien. Quedamos el jueves 23 y preparamos todo el material: dos petates de 15 kilos cada uno y los 4 equipajes de mano. El viernes Alf y Uri vienen a dormir a casa, será más cómodo así. David nos pasará a buscar el sábado a las 4:30 y de allí directos al aeropuerto, el vuelo sale a las 06.30 h. Bien.
Ya el viernes por la noche, mientras Alf nos preparaba unos Okonomiyaki de P.M. para cenar, Uri me comenta que no lleva el DNI, que sólo ha cogido el carnet de conducir. Yo le comento que no creo que haya problema, pero que no tengo ni idea, y ahí queda la cosa. Acabamos de preparar el material y Uri le calza unos candados a las maletas del material por si acaso. Cenamos (excelsos los Okonomiyakis) y nos vamos a dormir, el sábado tiene que ser un día "muy largo".
El sábado a las 04.30 llega David puntual, cargamos los fardos y se me ocurre comentarle el incidente del DNI a David. Ante las dudas decidimos ir a casa de Uri petando radares a buscar el DNI, más vale prevenir. En unos diez minutos llegamos y aquí el destino empieza a quedarse con nosotros: Uri se ha dejado las llaves de su casa en la mía; ya no hay vuelta atrás, habrá que cruzar los dedos. Ya en el aeropuerto facturamos sin problemas y pasamos los controles de la Guardia Civil, pero al embarcar llega el desastre. A Uri no le dejan volar. Una mezcla de nervios, decepción y desánimo nos quita la ilusión del viaje pero poco o nada podemos hacer. Muy a nuestro pesar le cogemos el material necesario de su bolsa y le dejamos en tierra. Yo le dejo las llaves de casa para que pueda ir a por sus cosas.
Ya en el avión comentamos la putada que representa haber dejado a Uri allí y tal y cual, hasta que quedo medio dormido. Alfonso y David se quedan hablando de viajes y demás. Al poco y de golpe me despierto de sopetón: "Mierda!!! Los candados!!!!". Con todo el lío Uri no nos ha dejado las llaves. Y a partir de ahí la odisea...
Empezamos a maquinar cómo hacerlo para abrir las bosas -siempre teniendo como última opción rajar las mochilas y comprar otras a la vuelta, ya veremos como lo hacemos-. Sobre las siete y poco llegamos a Palma y recogemos maletas observando que la tarea de los candados no será fácil. Recogemos el coche y nos vamos para Inca. Ya allí, le pedimos al gasolinero si nos puede ayudar con los candados y nos comenta que no tiene nada pero que quizá un herrero que conoce nos puede cortar los candado con una radial. Para allá que vamos pero habrá que esperar: abren a las 08.30 y son solo las ocho.
Decidimos matar el tiempo llenando las tripas, hay que coger fuerzas. Vamos a dos bares y nos dicen que no tienen pan, que hasta las 9 nada!! Joder, que mala suerte!!! Por lo menos, al salir del segundo bar veo un mecánico abierto y decidimos preguntarle por los candados. Probamos y en efecto el mecánico se ofrece a ayudarnos!! Le llevamos las maletas y con una especie de lima de uñas mecánica consigue cortar los candados, BIEN!! Por fin algo empieza a funcionar!! Además, de vuelta al coche paramos en un horno y para sorpresa hacen bocatas. Estamos en racha! Con todo listo emprendemos el camino hacia ESCORCA, punto donde dejaremos el coche.
Llegamos sobre las 09.00, desayunamos y nos cambiamos para empezar el acceso al cañón. Esto promete! Son las 10.15 más o menos cuando llegamos a la entrada del río. Nos ponemos los trajes y, tras un par de fotos, nos emprendemos a iniciar el descenso. En este punto los ánimos están por las nubes y me prometo con Alfonso que en menos de un mes traeremos a Uri, no se puede perder este cañón...
Tras un tramo de caos de bloques, el cañón se empieza a cerrar y las paredes que nos flanquean son cada vez más altas. El barranco tiene rincones que realmente son una pasada. Al poco empezamos a encontrar bastante agua, que al principio no creemos demasiado fría, hasta el punto de que todo lo que podemos saltar lo saltamos sin pensarlo. Todo va como habíamos soñado: un cañón bonito, estético y con el plus de encontrarlo acuático!
Seguimos con destrepes delicados y algún rápel, por lo general con salidas técnicas y tramos volados. Perfecto por el momento. Además, el cañón cada vez es más estrecho y la sensación es de estar en un paraje único. Así van pasando las horas hasta que el frío empieza a hacer mella en mis manos. Hasta el punto en que las tengo completamente heladas y cada vez me cuesta más manipular las cuerdas, hacer fuerza con los mosquetones, montar en las reuniones... un desastre!
Aguanto un rato hasta que decido no bajar más el primero por si necesito ayuda en las recepciones. Estoy realmente rallado porque me siento bastante inútil. Así pues, les pido parar y comer algo. Quizá con una barrita y un gel recupero algo de energía y empiezo a funcionar. La comida me sienta de maravilla y al poco recupero cierta fuerza en las manos y también los ánimos en ese aspecto. El problema es que al mirar la hora hemos visto que son las 15.00!!! Y aún seguimos en el GORG BLAU, nos queda todo el SA FOSCA y las fuerzas no son ya lo que eran. En cualquier caso, en este punto no hay opción, hay que seguir o seguir. Así que cargamos y tiramos, a partir de aquí intentaré tirar del grupo lo mas rápido posible, soy el único de los tres que no lleva cámara de fotos! ;).
Al cabo un rato llegamos a un resalte donde David cree haber llegado a la entrada del SA FOSCA. Bien, deben ser las 16 más o menos y calculamos un par de horas más para acabar ese tramo. Vamos sobre lo previsto. Nos ponemos los frontales y bajamos. Pero parece que tendremos un problema. David recordaba el río con el agua por la cintura.
En este resalte bajo yo el primero y doy fe de que el agua me cubre totalmente, de forma sobrada además, quizás haya dos metros de profundidad. Bien, seguimos. Grimpadas difíciles, marmitas trampa con instalaciones de cuerdas, rápeles, alguno de ellos algo técnicos con pasos por oposición y otros, pasos muy estrechos, cuevas con mucho encanto y cada vez menos luz y más agua, y desde luego la progresión sin luz artificial en algunos puntos sería más que complicada, aunque algo de luz se cuela entre las paredes.
Al rato llegamos a un rápel guiado con pasamanos y aquí empieza mi pesadilla. David confirma que el SA FOSCA empieza realmente aquí y no donde había creído antes. Eso nos pone en una lucha a contrarreloj ya que debían ser las 16 o las 16.30 !! y nos queda un tramo largo!!! y para colmo, aquí sí que es imprescindible el frontal. Estamos totalmente a oscuras!! Y el cañón sigue totalmente inundado, con pasos con troncos donde avanzar resulta complicado, otros pasos de 50-60 cm de ancho o menos en los que tenemos que quitarnos las mochilas para progresar e incluso pasar de perfil. El cañón se pone difícil y cada vez es más técnico. Para colmo llevamos muchas horas y el cansancio no ayuda.
En esta tesitura vamos pasando resaltes con más o menos gloria hasta que al rato empezamos a oír voces detrás nuestro. Al poco nos alcanza un grupo de tres que van mucho más ligeros. Parecen conocer el cañón y no ser todo lo prudentes que nosotros solemos ser. Les pregunto cuanto queda y me comentan que ellos calculan unos 20 minutos para el final y que ya a cielo abierto hay un tramo de bloques que conduce al Torrent de Pareis, ya sin agua. También nos explica sobre el camino de retorno y cómo encontrarlo. Eso nos anima. 20 minutos nos pone en el final del barranco sobre las 18.30 con lo que podríamos estar en el coche a las 20 y no tendremos más problemas para volver. Seguimos.
Cada vez las cuerdas y las mochilas parecen multiplicar el peso, los resaltes se tornan más técnicos y las grimpadas y alguna marmita trampa se hacen más pesadas. Estamos realmente cansados. Pero esto no se acaba. Seguimos y seguimos y los veinte minutos se vuelven aprox una hora, o más, o quizá es nuestro desánimo. El hecho es que llegamos al Torrent de Pareis, final real del barranco, sobre las 19.15 hechos polvo. Comemos algo y nos animamos para darlo todo en la subida, hay que echar el resto para llegar al coche con posibilidades de poder volar. Aunque es difícil y lo sabemos. Más aún cuando en poco rato se nos irá la luz...
Empezamos la subida y al poco David tiene problemas de estómago. Quizás los nervios, quizás las barritas o los geles. El hecho es que cargar con la mochila le cuesta hasta el punto que decido cargarla yo. Hay que llegar como sea. Y las prisas nos fueron muy malas consejeras, ya que cuando llevábamos aproximadamente un hora subiendo, de repente me di cuenta que estábamos completamente perdidos. Sin camino y totalmente de noche. Suerte de los frontales, pero pese a ellos avanzar o retroceder es un problema, puede resultar contraproducente.
Volvemos al punto donde creemos habernos perdido y allí vemos que tampoco hay ninguna señal ni hito. Empezamos a barajar la opción de llamar al 112. David empieza a buscar el camino hacia la dirección natural donde debería estar el coche. Alfonso y yo quedamos a una distancia prudencial para no perder el punto de referencia. David vuelve sin éxito, todo lo que hemos encontrado es un "avenc" y seguimos sin marcas.
En este punto le pido a Alf que dé la alerta y así lo hacemos. Lo más importante era dar a conocer que estábamos allí. Mejor prevenir y llamar a las 8 de la tarde que a las 11 de la noche sin fuerzas y con el frío en el cuerpo. David sigue buscando. Cuando ya hemos dado la alerta y los servicios de emergencia se han puesto en marcha, David nos indica que cree haber encontrado el camino y vamos para allí, para comprobarlo entre los tres, las cabezas tienden al pesimismo en esta situación.
Llegamos al punto en dónde estaba David. Parece un camino de pastor, lo seguimos y al poco encontramos un hito que nos anima, al rato otro e incluso alguna marca de las que habíamos seguido al principio. Bien! Estamos sobre la traza. Sabemos que no volamos pero por lo menos confirmamos que no vamos mal. Volvemos a llamar para desactivar la alarma y seguimos. Aún así el 112 sigue nuestra progresión con varias llamadas secuenciales desde diferentes cuerpos de emergencias: personal del 112, bomberos de diferentes jurisdicciones de la isla, protección civil y guardia civil. Un 10 por ellos. Da gusto saber que contamos con el apoyo de estos profesionales. Además, nos explican cómo tiene que ser el camino de vuelta y que, de cualquier manera, si seguimos ladera arriba llegaremos a una carretera sea en el punto que sea. No tiene pérdida. Al rato nos encuentra un chico de protección civil que estando por la zona decide ir a buscarnos aún no siendo necesario. Finalmente sobre las 21.30, tras 12 h justas de actividad, volvemos al coche y damos por concluida la odisea/pesadilla.
Sin duda una experiencia enriquecedora para no olvidar. Hay que agradecer a Alfonso y David especialmete por la paciencia y por mantener la cabeza fria en todo momento, imprescindible en estas situaciones. A Uri por el apoyo desde lejos y por hacerse cargo de lo que era mi resposabilidad (merci nanu!!!) y a todos los que desde el sufrimiento de no saber donde estabamos no perdieron los nervios (Ana, Esther, padres, ...)
Aprovecho tambien el espacio para agradecer a David el habernos llevado hasta alli y confirmar que es quizas la única persona en la deposito mi total confianza en el monte, sin duda, un ejemplo. Tambien tu Alf, estas más fuerte de lo que crees, por eso no tengo ninguna duda en llevarte conmigo. Uri, faltaves tu, potser per sort!! Sois los mejores!
